Por fin ya pudimos enterrar a tu abuelo; lo encontramos cuando lo de la mudanza; estaba metido en el armario del trastero desde aquel día que nos ganó jugando al escondite. Te cuento que el otro día explotó la cocina de gas y tu padre y yo salimos disparados por el aire y caímos fuera de la casa. Qué emoción!. Era la primera vez que tu padre y yo salíamos juntos de casa. Vino el médico y me puso un tubo de cristal en la boca y me dijo que no podía hablar en diez minutos, tu padre no paró de insistir al médico para que le vendiese el tubo. Perdona la mala letra y las faltas de ortografía, es que yo me canso de escribirte y ahora le estoy dictando a tu padre y ya sabes lo burro que es. Y hablando de tu padre, ¡Qué orgulloso está! Te cuento que ahora tiene un buen trabajo, tiene a 500 personas por debajo de él, es el encargado de segar el cementerio. El otro día leyó en el periódico que, según las encuestas la mayoría de los accidentes ocurren a un kilómetro de casa, así que nos hemos mudado más lejos. Te va a encantar la nueva casa, tiene hasta televisión, y así nos enteramos de las noticias que pasan en el mundo y hasta del tiempo, así dijo el otro día un señor que iba a nevar por encima de los 600 y gracias a eso a tu padre le dio tiempo a meter el coche, el seat 600 en el garaje para que no le nieve encima.
Tu hermana Julia, la que se casó con su marido, parió. Como todavía no sé de que sexo es, no puedo decirte si eres tío o tía. Si es niña van a llamarla como yo. Ella, a tu hermana la llamará mamá. Tu otra hermana, Pilar, está embarazada de 5 meses, tu padre le preguntó si estaba segura que el niño era de ella. Y por último, tu hermano Juancho sigue tan despistado como siempre; el otro día cerró el coche y dejó las llaves dentro; tubo que andar 3 km hasta casa a por el duplicado y otros 3 para volver, y así poder sacarnos a tu padre y a mi de dentro del coche. Tu primo Paco se casó y pasó toda la noche rezándole a su mujer porque le dijeron que era virgen. A quien nunca más vimos por aquí es al tío Carlos, el que murió el año pasado. También nos dio mucha pena lo de tu amigo Antón, el pobre ya no está en este mundo, su padre murió hace dos meses y como había pedido ser enterrado en el lago del pueblo, el pobre Antón murió cavando la fosa en el fondo.
Lo más gordo fue cuando el año pasado secuestraron al alcalde, nos mandaron una caja con una nota pidiendo dinero y un dedo del alcalde. Como ninguno conocíamos el dedo les pedimos que nos enviasen más pruebas. Todo lo que fueron enviando lo iba uniendo el Cabo de la Guardia Civil y al final resulta que si que era el alcalde, pero como ya lo teníamos casi entero pues no hizo falta pagar el rescate.
La semana santa sigue siendo un gran acontecimiento en el pueblo, da gusto ver a la virgen fuera y como reluce cuando le da el sol, pero cada vez hay menos mozos en pueblo para empujar la iglesia.
Como tu padre tenía que talar los árboles viejos del bosque, para reyes los vecinos le regalaron una motosierra, la verdad es que terminó pronto la faena y le quitó mucho trabajo, pero un día que la tenía dentro de casa, tu primo Gustavo tiró de una cuerda que le salía de uno de los lados y empezó a hacer un ruido muy raro, y nos llenó la casa de humo, desde ese día le cogimos miedo y no la volvió a usar.
A propósito, la chica del pueblo con la que sale tu primo Gustavo, se quedó embarazada y no sabemos como ha sido, porque el siempre usa preservativo y nos ha jurado que menos para orinar y para hacer el amor lo lleva todo el día puesto, así no sabemos como habrá podido ocurrir.
Vino un médico nuevo al pueblo, pero tiene muy mal carácter, porque a mi me recetó para el catarro unos supositorios, ya me costó bastante diluirlos en agua para tomarlos, pero como no mejoraba volví al médico para ver si lo estaba haciendo bien, y éste se enfadó y me dijo que me los metiese por el culo, vamos un sinvergüenza.
Bueno, hijo, no te pongo la dirección en la carta porque no la sé, la gente que vivió aquí antes se llevó los números para no tener que cambiar de dirección. Si ves a doña Remedios salúdala de mi parte, y si no la ves, no le digas nada.
P. D. Iba a mandarte 100 euros pero como ya cerré el sobre te los mandaré en la próxima carta
Valentin Gonzalez
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